Siempre se reía burlándose un poco, porque decía que corazón es una palabra cursi. Nunca le faltó una sonrisa, acostumbrada decir que sonreír era un disparo al olvido, y siempre citaba a Shakespeare con "No importa en cuantos pedazos se parta tu corazón, el mundo no se detiene para que lo arregles"... en realidad resultó ser que la alegría de sus ojos, era incompatible con su tristeza.

jueves, 2 de junio de 2011

Sinceramente, hay acciones que me dan lo mismo, hay reacciones que ya no me sorprenden, hay risas que ya no me contagian, hay llantos que ni me llegan, hay miradas que no me intimidan, hay gritos que se hacen susurros, hay comentarios que doy por perdidos, con el tiempo se aprende a ignorar lo que hace peso y no sirve.

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