Siempre se reía burlándose un poco, porque decía que corazón es una palabra cursi. Nunca le faltó una sonrisa, acostumbrada decir que sonreír era un disparo al olvido, y siempre citaba a Shakespeare con "No importa en cuantos pedazos se parta tu corazón, el mundo no se detiene para que lo arregles"... en realidad resultó ser que la alegría de sus ojos, era incompatible con su tristeza.

miércoles, 1 de junio de 2011

La real academia define la palabra imposible como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser o suceder y define improbable como algo que no se funda en una razón prudente. Puesto a escoger a mí me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo, supongo. La improbabilidad duele menos y deja un hueco a la esperanza, a la ética, el amor, las relaciones no se fundan en una razón prudente, por eso no me gusta hablar de amores imposibles, sino de amores improbables. Porque lo improbable es por definición probable, lo que es casi seguro que no pase es que puede pasar y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de posibilidades de que pase vale la pena intentarlo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario