Siempre se reía burlándose un poco, porque decía que corazón es una palabra cursi. Nunca le faltó una sonrisa, acostumbrada decir que sonreír era un disparo al olvido, y siempre citaba a Shakespeare con "No importa en cuantos pedazos se parta tu corazón, el mundo no se detiene para que lo arregles"... en realidad resultó ser que la alegría de sus ojos, era incompatible con su tristeza.

martes, 26 de julio de 2011

Siento los latidos de tu corazón, cerca, muy cerca de mí. Puedo notar como respiras, como tus pulmones se llenan de oxígeno y lo expulsan al compás de la música, ese mismo vals que bailamos el día que nos conocimos. Puedo ver tus ojos, negros, brillantes, los mismos ojos que me hacen soñar. Puedo ver tus labios, esos labios dulces que me animan cuando algo no va bien. Puedo notar tu calor, el calor de tu cuerpo que me hace sentir segura, que evita que caiga al mar.
Puedo verte, tocarte, sentirte... puedo hacer tantas cosas cuando estoy a tu lado, que lo demás me da igual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario