Siempre se reía burlándose un poco, porque decía que corazón es una palabra cursi. Nunca le faltó una sonrisa, acostumbrada decir que sonreír era un disparo al olvido, y siempre citaba a Shakespeare con "No importa en cuantos pedazos se parta tu corazón, el mundo no se detiene para que lo arregles"... en realidad resultó ser que la alegría de sus ojos, era incompatible con su tristeza.

martes, 26 de julio de 2011

Divirtámonos, no pongas nombre a lo que somos, ni fronteras, deja que ocurra, deja que tu corazón te guíe, y olvida por un día a esa estúpida parte de nosotros llamada conciencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario