Siempre se reía burlándose un poco, porque decía que corazón es una palabra cursi. Nunca le faltó una sonrisa, acostumbrada decir que sonreír era un disparo al olvido, y siempre citaba a Shakespeare con "No importa en cuantos pedazos se parta tu corazón, el mundo no se detiene para que lo arregles"... en realidad resultó ser que la alegría de sus ojos, era incompatible con su tristeza.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Ya no me acuerdo, ni de tu risa, ni de tu prisa por darme un beso. Ni qué botón de tu camisa desabrochaba primero. Ni qué rumba me bailabas cuando querías robarme el sueño. Dicen que el tiempo y el olvido son como hermanos gemelos, que vas echando de más lo que un día echaste de menos. Yo qué culpa tengo si ya no me acuerdo. Pero haciendo un gran esfuerzo, aún veo tu mirada en cada espejo de cada ascensor, donde cada noche me sube hasta el cielo de moteles invernadero. Donde se jura algo tan efímero y tan eterno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario